Catalunya federal

Bajo los auspicios de Federalistes d’Esquerres, tuvo lugar el pasado 21 de mayo en el Col·legi de Periodistes de Barcelona la presentación de la obra de Norberto Bobbio, inédita hasta la fecha en castellano, “El federalismo en el debate político y cultural de la Resistencia” (Editorial Icaria). El acto contó con las intervenciones del editor Marcello Bellotti, a quien debemos un loable esfuerzo de difusión del pensamiento federal generado por algunos de los más destacados intelectuales italianos del siglo XX, empezando por Altiero Spinelli, la historiadora Paola Lo Cascio y el politólogo Pablo Simón, respectivamente autores de las ricas anotaciones históricas que contextualizan el texto de Bobbio y del inspirado artículo que sirve de prefacio al mismo. (El conjunto de la presentación, así como el debate al que dio pie, se pueden visionar en el canal de YouTube de Fed, bajo el título que presidió el encuentro:  “El federalisme davant un context de reconstrucció”).


Se trata de una oportuna iniciativa. “Es complicado pensar en un momento más pertinente para rescatar este texto de Bobbio que ahora, escribe Pablo SimónEn un contexto tan complejo para la Unión europea, con un entorno internacional cada vez más incierto, con cada vez más partidos euroescépticos que la niegan que nunca, hace falta recobrar cierta perspectiva histórica”. En efecto. “El federalismo nace en el crisol de la lucha deliberación, reflexiona Bobbio. (…) El federalismo está unido a ese momento creativo de la historia que fue la resistencia europea. Una de las consciencias más plenas de la resistencia italiana, Piero Calamandrei, escribió “todos los caminos que un día llevaban a Roma hoy llevan a los Estados Unidos de Europa””. La generación que vivió la devastación de la guerra y la barbarie fascista entendió que no hay un curso lineal de la historia, no en el sentido de un progreso inexorable de la civilización. Aquellos hombres y mujeres presenciaron el hundimiento moral de las naciones más cultas y desarrolladas. La paz y el bienestar de los pueblos no será producto espontáneo de los avances científicos, de las nuevas tecnologías o de unas relaciones económicas globalmente imbricadas, sino de una voluntad política consciente por establecer una gobernanza adecuada a todos los niveles. 


El sueño de una Europa libre y unida nació, cual genial anticipación, cuando aún imperaba el totalitarismo y era “medianoche en el siglo”. Ahora de cumplen 80 años del célebre Manifiesto de Ventotene, concebido en aquel lugar de destierro para los opositores a Mussolini. Aquella visión anunciaba el proceso histórico singular que acabaría llevándonos hasta la actual Unión Europea – “Una obra inacabada, señala el historiados turinés Sergio Pistone, dirigente del Movimiento Federalista Europeo. Junto a los avances en la integración supranacional, se observa la persistencia de mecanismos confederales, basados en el derecho de veto nacional, en sectores decisivos como la política económico-financiera, la política exterior y la seguridad o a defensa”. Efectivamente. Si, ante el desafío de la pandemia, Europa ha dado pasos importantes hacia el endeudamiento mutualizado – algo que, a término, plantea la cuestión de una fiscalidad comunitaria -, vemos como la gestión de los movimientos migratorios o la actitud ante el belicismo colonial de Israel ponen a prueba los valores fundacionales de la Unión y su vocación de actuar en la arena mundial como potencia civil – “contribuyendo a la formación de un sistema pluripolar estructuralmente cooperativo”.   


Por supuesto, la idea federal era anterior, tenía antecedentes en las luchas democráticas nacionales del siglo XIX. Pero, sobre todo, en las gestas del movimiento obrero. En el curso del debate, Isidre Molas evocaba emocionadamente la semilla de fraternidad entre los pueblos que sembraron las Brigadas Internacionales, con jóvenes luchadores venidos de todos los países para defender la República española frente a la coalición de los fascismos. Los vínculos forjados entre esos brigadistas, recordaba el historiador, serían determinantes para que, tras la guerra mundial, las fuerzas militantes que en la década de 1930 se habían agrupado en partidos de la izquierda marxista, como el ILP británico, el PSP de Marceau Pivert, el SAP de quien sería el futuro canciller federal Willy Brandt, o el POUM, y que confluyeron en gran medida en la Internacional Socialista, devinieran fervientes impulsores de la construcción europea. (El federalismo impregna toda la tradición del internacionalismo. Es cierto que esa noción quedó desdibujada y manchada de oprobio en la medida en que, durante un largo período, se identificó con los vaivenes de la política exterior de la burocracia gobernante en el Kremlin. No puedo por menos que recordar que corrientes revolucionarias, herederas de la oposición de izquierdas al estalinismo, enarbolaban en los años 70 la bandera de unos Estados Unidos Socialistas de Europa, surgidos de un cambio social en Occidente y de una revolución política democratizadora, como la que se atisbó en 1968 en Praga. Tal era el horizonte de la nueva primavera de los pueblos con la que soñábamos). 


El federalismo supone pacto, entendimiento, cooperación entre diferentes. Y eso a todos los niveles y más allá de las distintas fórmulas de distribución del poder o de organización territorial de los Estados. El federalismo hace que doblen las campanas por una mitificada soberanía nacional, irremediablemente socavada por la globalización. Estados Unidos, Rusia o China pueden actuar todavía en el tablero geopolítico como Estados-nación. Ningún país europeo está ya en condiciones de hacerlo por sí solo. Hablando de las dificultades de Francia para frenar por razones éticas sus contratos de venta de armas a países beligerantes, Thomas Piketty evocaba hace algunos años la liviandad del PIB galo en el marco de una economía-mundo inextricablemente entrelazada. El futuro radica en organismos de gobernanza democrática de la globalización y en la distribución cooperativa del poder desde las más altas instancias hasta los gobiernos de proximidad. Sólo ese ordenamiento – y no unas fronteras rebasadas por los flujos financieros y los dictados de las grandes corporaciones multinacionales – puede procurar bienestar y derechos efectivos de ciudadanía. La experiencia de la pandemia y el alcance de los desafíos que plantea la reconstrucción deberían convencernos de ello.


La reflexión sobre la senda federal es necesariamente europea, pero también doméstica. España es un Estado descentralizado. Sin embargo, sus autonomías necesitan encajar en marcos adecuados de colaboración institucional, de lo contrario se convertirán en trincheras permanentes de agravio comparativo y polarización política. Algo incompatible con una gestión provechosa de los fondos europeos. Es necesario fomentar una cultura federal, que es ante todo una actitud de lealtad. Y quizá sea en Catalunya donde debamos promoverla con mayor tesón. El “procés” no sólo ha implicado un conflicto con el Estado, sino un profundo desgarro interno en la sociedad catalana. El federalismo representa una vía diametralmente opuesta al secesionismo, necesitado de afirmar una identidad nacional excluyente y una soberanía ilusoria. (Cuando el independentismo trató de imaginar la viabilidad de una República Catalana, dio en el proyecto de un paraíso fiscal, y no en el de un Estado social y de derecho). Pero, por la misma razón, el federalismo rechaza la idea de un españolismo uniformizador que ignoraría la diversidad lingüística, cultural y las sensibilidades nacionales que componen la realidad española – y que vive en la propia complejidad de la sociedad catalana. El federalismo busca construir ciudadanía en el acomodo democrático de la diversidad, no exacerbarla para levantar sobre ella nuevas fronteras. (“Cuantas más fronteras, más dumping fiscal y social”, dice siempre Joan Coscubiela. Y más querellas estériles). Las izquierdas deberían reflexionar sobre ello para encarar los difíciles años que se avecinan. El maestro Norberto Bobbio sigue siendo una inagotable fuente de inspiración.


Lluís Rabell

26/05/2021

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